CRUCERO DE PUNTA ARENAS A USHUAIA: UN VIAJE AL FIN DEL MUNDO
Donde la tierra se encuentra con la inmensidad de los océanos más grandes de nuestro planeta, donde la vida silvestre está a nuestros pies y la Antártida justo por encima del horizonte, este es el lugar donde los marineros más valientes realizaron sus hazañas más famosas. Una aventura única en la vida le espera en el crucero de Punta Arenas a Ushuaia (o viceversa, porque también se puede hacer desde Ushuaia a Punta Arenas).
HUMANOS Y NATURALEZA
El rincón más alejado de nuestro planeta intrigó al explorador durante siglos y desafió a quienes creían que podían conquistar y domesticar sus tierras salvajes. Según los antiguos expedicionarios, era justo en esta región donde los nativos increíblemente altos y musculosos, los Yaganes, solían vivir y deambular, descalzos y prácticamente desnudos, sobreviviendo en la caza de ballenas desde sus canoas.
En la actualidad, el espíritu áspero de los primeros habitantes de esta parte sur de Argentina y Chile permanece, así como sus paisajes exóticos y animales. Lejos de las luchas de la vida silvestre, podemos disfrutar tanto de la historia como de la belleza natural de la Patagonia en un crucero acogedor y moderno. Este crucero navega desde Punta Arenas a Ushuaia (o viceversa), en un viaje de 4 noches cuyo itinerario puede encontrar al final de este artículo.
EXPLORANDO EL CANAL BEAGLE
Descubierto en el siglo XIX por una expedición británica, el Canal Beagle es una de las principales atracciones en este viaje donde comienza la aventura y también es conocido por sus aguas extremadamente frías y profundas que alcanzan hasta 300 metros.
Con una extensión de 280 kilómetros, el canal conecta el Atlántico y el Océano Pacífico. Su ubicación y características únicas hacen que esta área geográfica sea muy peculiar, dependiendo del área puede ser sorprendentemente estrecha (llegando a menos de 2 kilómetros de ancho de costa a costa) o poco profunda, con solo 14 metros de profundidad en el agua. Al mismo tiempo, en otras regiones del Beagle, el mar puede alcanzar los 300 metros de profundidad.
CABO DE HORNOS, EL MÁS SALVAJE DE TODOS
Los fiordos cubiertos de hielo glacial, la Cordillera de Darwin, la exuberante vegetación, los animales salvajes y una increíble vista panorámica de la tierra e incluso los icebergs, se encuentran entre las principales atracciones que ofrece el Cabo de Hornos. Este impresionante lugar solía ser visitado solo por marineros audaces y valientes, pero hoy la expedición puede ser experimentada por cualquiera.
Cabo de Hornos se considera el punto sur de las Américas y también es famoso por los fuertes vientos y las enormes olas que se pueden ver en esta región. Pero definitivamente, lo que hace que este lugar sea tan popular entre los viajeros y aventureros, es que el propio Charles Darwin basó la mayor parte de su trabajo en El origen de las especies aquí.
‘La noche fue tranquila y brillante, y disfrutamos de una hermosa vista de las islas circundantes. El cabo de Hornos, sin embargo, exigió su tributo, y antes de la noche nos envió una tormenta de viento directamente entre nuestros dientes », dijo Darwin sobre su encuentro con el cabo, en 1832. Dicho esto, es importante notar que eventualmente, las condiciones y los cambios inesperados en el pronóstico del tiempo pueden obligar a los visitantes a modificar una que otra cosa en sus horarios.
BAHÍA WULAIA
Desembarcar en el cabo no se trata solo de experimentar la naturaleza sino también de la historia. La bahía de Wulaia es un lugar muy tranquilo ideal para el anclaje debido a su protección contra los vientos y las aguas tranquilas. Esto lo convirtió en un lugar ideal para que los Yaganes finalmente se establecieran. Los expertos creían que la tribu emigró desde el norte de lo que hoy es Tierra del Fuego a esta área, de hecho, se encontraron muchos restos arqueológicos en la isla de Navarino.
Los Yaganes eran la población de nativos más meridional de la historia de la humanidad y creían que nunca se encontrarían con otras civilizaciones hasta el siglo XIX, cuando los exploradores europeos comienzan a navegar en las aguas de la Patagonia.
Según numerosos registros, los investigadores británicos conocieron a los Yaganes y algunos de ellos fueron llevados a Londres cuando estos hombres de ciencia planearon enseñarles el idioma. También intentaron establecer misiones cristianas y educar a los nativos en su fe religiosa, sin éxito.
VISITANDO UNA CIUDAD DE HIELO
No es tan glamorosa como la quinta pero sigue siendo muy elegante y única en su tipo, la comúnmente conocida ‘Avenida de los Glaciares’ también es parte del itinerario. Enormes paredes de hielo emergen del mar solo para convertirse en montañas frías que se asemejan a edificios naturales blancos y azules, creando esta ubicación particularmente exótica en el sur de Chile.
Los glaciares Pía y Garibaldi no solo se pueden ver sino explorar. Una vez en el fiordo de Pía, se puede llegar a la vista panorámica a pie. Cada año y, como la mayoría de los glaciares, la Pía pierde unos 10 metros, por lo que a menudo se observan derrumbes de hielo y desprendimientos de tierra.
Por otro lado, el glaciar Garibaldi es una estructura natural de proporciones colosales blancas como la nieve. El sol que se refleja en el agua y en cada centímetro de hielo baña este lugar con la luz más brillante posible y hace obligatorio el uso de gafas de sol.
MÁS FIORDOS Y GLACIARES
Unos kilómetros más adelante en el canal Cockburn, se pueden ver más glaciares, pero ahora en el sentido Agostini. A bordo de botes que surfean el agua a gran velocidad, cruzar el mar permite a los aventureros llegar al pie del glaciar Aguila y Cóndor.
Nombrado en honor al explorador italiano, Alberto Maria de Agostini, este fiordo divide la Cordillera de Darwin en dos ramas: el Cordón Navarro en el sur y el Monte Buckland en el norte.
Dejando a un lado la historia, el hielo y el viento, durante todo el viaje, los huéspedes no solo disfrutarán de la comodidad de un alojamiento de primera línea en un crucero moderno y seguro, sino que también tendrán la capacidad de conectarse con la naturaleza cruda. En el camino de Argentina a Chile, se pueden ver cóndores mientras que también es posible caminar con pingüinos.
La experiencia de caminar con pingüinos es solo en el itinerario que comienza en Ushuaia y termina en Punta Arenas. Si el itinerario es el de Punta Arenas a Ushuaia, se pueden ver pingüinos, pero desde un bote justo en frente de los islotes Tucker (en este escenario, si desea caminar con pingüinos, puede hacerlo antes del Crucero, en Punta Arenas, o después del viaje, en Ushuaia).
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